viernes, 29 de marzo de 2013

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Trenza de espinacas

En el horno gracias a H@n a las 17:32
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A través de una amiga, que creó una página de facebook de estas con consejos y DIY's (Do it Yourself) ví esta receta y como tenía todo lo necesario hoy la he hecho acompañando a los falafel de Petalo, que por cierto, son orgásmicos. ¡¡¡ Os recomiendo encarecidamente que sigais a TrickiTrucos !!!

Ingredientes:

  • masa quebrada (de la que no sube)
  • relleno os pongo varias posibilidades que se me acaban de ocurrir
    • espinacas, bacon, queso cabra (el que yo he hecho)
    • cebolla, espárragos trigueros, gambitas, setas
    • revuelto de sobrasada y queso
    • dulce: manzana a dados, azúcar canela y pasas

Preparación:

  • Dejar descongelar la masa, en caso de comprarla congelada como yo
  • Hacer el relleno. Estos pasos son para el mio. 
  • Lavar las espinacas y ponerlas en una sartén a fuego medio-bajo con la tapa puesta. 
  • Cuando pochen, que ocuparán como el 10% de lo de antes, añadimos bacon y dejamos que se evapore el máximo de agua posible. 

  • Mientras, se extiende un poco la masa con algo de harina para que no se pegue y un rodillo. La ponemos a lo largo y hacemos cortes de un dedo o dos, según queramos. Como en la foto. 
  • Cuando tenemos el relleno listo, se añade el queso, a trocitos y lo ponemos encima de la masa quebrada. 
  • Cerramos la masa pasando cada vez una de las tiras por encima.


  • Se mete al horno precalentado a 170-200 ºC, y dejamos hasta que se dore, unos 30 minutos. 
  • Podéis pintar con huevo batido por encima si os apetece, pero yo no tenía. 

miércoles, 27 de marzo de 2013

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Falafel al horno (con salsa de yogur)

En el horno gracias a Pétalo a las 12:04
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Seguimos con los arabian days, aquí, en Cook Actually, tu blog de confianza. Tengo un poco monopolizado el blog, pero en fin, no es culpa mía si las demás no actualizan y tal. Cof, cof, cof, cof. COF.



El falafel o faláfel tiene un origen incierto igual que los baklavas del otro día, pero se cree que su origen es en la India. Y a todas estas, qué es? Bueno, pues son basicamente unas croquetas o hamburguesas de garbanzos con especias. Se suelen servir con salsa de yogur y te los puedes comer solos, acompañados de ensalada, dentro de un pan de pita, como picoteo...y lo más importante es que están RICOS. RICOS, RICOS, RICOS. Y muy sanos, aparte de una forma poco habitual de comer legumbres. La forma de hacerlos es muy sencilla, se parece un poco a la forma de hacer albóndigas, y normalmente se fríen, pero a mí me da perezón freir cosas, lo reconozco. Ese gasto de aceite, esa peste que se queda a fritanga, el tener que estar ahí pegada de la sartén...así que vamos a hacerlos al horno que también se puede y son más sanitos aún. Aclaro que el falafel es algo que se puede hacer de bastantes maneras, esta es la mía y queda muy bueno. Las fotos son una porquería porque cuando fuí a sacarlas me di cuenta de que la cámara estaba sin batería así que son sacadas con el movil. Quizá algún día pueda poner una receta sin tener ningún percance con las fotos, who knows, no prometo nada.


Ingredientes:

Para el falafel:

- Un paquete de garbanzos de 500 gr crudos (hay que dejarlos en remojo la noche antes)
- Una cebolla grande.
- Tres o cuatro ajos.
- Perejil fresco.
- Cilantro fresco.
- Sal, pimienta negra, comino.
- Pan rallado.
- Aceite de oliva.

Para la salsa de yogur:

- Un yogur natural.
- Un diente de ajo.
- Un limón.
- Aceite de oliva.
- Sal, perejil, pimienta negra, comino, especias al gusto.

Cómo hacerlos:

Es muy facil, la teoría es simplemente triturarlo todo junto. Yo lo he hecho un poco por pasos porque no tengo picadora y he tenido que usar, una vez más, la batidora americana. Sin embargo han quedado tan bien que lo desarrollo:

- Precalentamos el horno a 200ºC.

- Primero trituré el ajo y la cebolla hasta que quedaron así. Puede parecer un poco guarrada y no me convencía pero lo cierto es que luego se liga estupendamente con los garbanzo y queda el sabor muy bien repartido. Y la masa húmeda, que los deja muy tiernos.




- Luego trituré por partes los garbanzos (remojados toda la noche, don´t forget). Por partes porque si los meto todos de golpe en la batidora solo se batirían los de abajo.

- Piqué a cuchillo el cilantro y el perejil, como la mitad de cada manojo.





- Le añadí la sal, las especias, un buen chorro de aceite de oliva y un par de cucharadas de pan rallado y lo mezclé todo.



- Engrasamos una bandeja de horno (o ponemos papel de horno), sin cortarnos para que no se nos peguen.




- Cogemos una porción de masa con las manos y le damos forma de hamburguesita apretando bien y dejándola redondita. Con estas cantidades y aunque depende del tamaño, salen unos veinte. Los vamos colocando en la bandeja y al final vamos poniendo una gotita de aceite sobre cada falafel y la extendemos con el pincel por su superficie.






- Metemos al horno y les vamos echando un ojo. Podemos bajarles la temperatura un poquito si vemos que se están haciendo demasiado rápido, pero tardan unos 20 min.




- Para la salsa de yogur: Ponemos el yogur en un bol, le añadimos el zumo de limón. En un mortero majamos el ajo con un chorrito de aceite, el perejil y el comino. Después lo añadimos al bol. Ponemos el resto de especias y lo integramos todo bien. Esta salsa es, basicamente, inventada. Es la que yo hago y la verdad es que a nosotros nos gusta, pero podéis cambiarla por otra si os gusta más.



- Los acompañamos de ensalada, por ejemplo, y los disfrutamos.



domingo, 24 de marzo de 2013

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Baklavas

En el horno gracias a Pétalo a las 14:06
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El baklava es un dulce árabe de origen un poco controvertido. Según la wikipedia se cree que su origen se remonta a la antigua mesopotamia, osea, la hostia de antiguo. Yo lo he comido tanto en restaurantes griegos como libaneses y estoy segura de que puede encontrarse en muchos otros.



El tema, la verdadera cuestión que aquí nos ocupa, es que están QUE TE MUERES DE BUENOS. Si tuviera que ponerlos en un ranking creo que sin cortarme un pelo lo situaría entre mis tres favoritos del mundo mundial. De verdad, son de esas cosas que te hacen poner los ojos en blanco a cada bocado y suplicas que por favor no se te acabe el microtrozo que te acabas de poner porque son bastante contundentes y tienes que dejarle a los demás...y por dentro lloras porque lo que quieres es comerte toda la bandeja así te vaya la vida en ello. ¿Os he transmitido lo delicioso que es? Pues son aún más deliciosos que eso.

Vamos a ello. Os pido disculpas porque no saqué fotos de proceso porque soy un desastre y me acordé de que quería sacar fotos cuando ya lo tenía en el horno. Sep. Lerdis. Así que solo tengo del resultado final, pero no os preocupeis que hasta un mono podría hacerlos. Lo más dificil de todo es encontrar la pasta filo. Yo la compré en alcampo. Y sé que también están en el corte inglés.

Ingredientes:

- Un paquete de pasta filo (18-20 láminas)
- Mantequilla sin sal (yo usé como medio paquete de 250 gr)
- Un paquete de nueces.
- Un paquete de pistachos. (Creo que tanto las nueces como los pistachos eran paquetes de 200 gr y los puse enteros)
- Azúcar.
- Canela.
- Miel.
- Agua.
- Un trozo de cáscara de naranja.
- Un trozo de cáscara de limón.


Como hacerlos:

- Lo primero que vamos a hacer es el relleno. Para ello pelamos los pistachos (yo no los conseguí pelados pero si los encontráis, pues eso que nos ahorramos) y los ponemos en una picadora o, como yo hice, en la batidora americana. El problema de hacerlo en la batidora americana es que queda todo bastante molido, pero a mi no me importa porque los sabores quedan muy bien repartidos, pero si preferís trocitos más grandes, a la picadora. Añadimos las nueces, un par de cucharaditas de canela (un poco al gusto), dos cucharadas de azúcar, y picamos. Reservamos.

- Ponemos la mantequilla en un cuenco y la derretimos, por ejemplo en el microondas.

- Precalentamos el horno a 180 ºC.

- Ahora vamos a montar los baklavas. Cogemos un molde rectangular o cuadrado, si es grande mejor, si no es muy grande podemos cortar la pasta filo de manera que cuadre, o dejar que sobresalga por los lados, como hice yo, que queda bastante bonito. Yo le puse papel de horno en el fondo del molde para poderlo desmoldar facilmente luego. Sobre el papel de horno ponemos la primera hoja de pasta filo, y con un pincel, la pintamos con la mantequilla derretida. Bien por todos lados. Ponemos la segunda hoja encima de la primera, y también la pintamos. Ponemos la tercera, pintamos. Así hasta que hayamos puesto la mitad del paquete, unas 10 hojas. Pintamos esta última hoja y ponemos el 90% del relleno de frutos secos que habíamos reservado. El otro 10% lo reservamos para adornar. Ahora ponemos una nueva hoja de pasta filo encima del relleno y presionamos un poco. Pintamos con mantequilla. Terminamos de poner todas las hojas pintando sobre cada una de ellas. Al final pintamos la última capa y espolvoreamos con el resto de frutos secos. Con un cuchillo bien afilado, cortamos el baklava crudo en porciones, ya que la pasta filo queda súper crujiente al salir del horno, y si no lo cortamos antes, lo vamos a destrozar después. Además por las líneas de corte entrará el almíbar y penetrará hasta todos los rincones matándonos de amor. Metemos en el horno durante apróximadamente media hora. Si se nos dora demasiado rápido podemos bajarle la temperatura a 150ºC para que termine de hacerse bien por dentro. Cuando esté bien dorado por todos lados, lo podemos sacar.

- Mientras el baklava está en el horno, preparamos en almíbar. En un cazo ponemos la misma cantidad de miel que de agua mineral, yo puse como un 3/4 de vaso de nocilla de cada. Añadimos la cáscara de limón y naranja, removemos y dejamos que hierva todo durante unos diez minutos. Seximente. Apartamos del fuego. En la red hay almíbares mucho más elaborados, con agua de azahar, y otros ingredientes, pero este es el que hace Arzak, y a mí me parece que para lo sencillo que es es lo suficientemente deliciosisimo. Y la prota es la miel, que es lo que me parece que hace de este dulce algo increíble.



- Cuando hemos sacado nuestro baklava del horno vertemos por encima el almíbar y lo guardamos en la nevera. Como mejor está es de un día para otro, pero supongo que con unas horas ya estará bastante delicioso.



- El último paso es como siempre orgasmear, o presumir, si es que lo habéis llevado a alguna fiesta.





viernes, 15 de marzo de 2013

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Leche de avena

En el horno gracias a Pétalo a las 13:32
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No pensaba subir esta receta porque no pensaba que le fuera a interesar a nadie. Pero como Gran Lagartitud me la pidió anoche y creo que también tenemos por ahí algún vegetariano que nos sigue y como estoy absurdamente orgullosa de haber descubierto que es así de fácil de hacer, me he animado a compartirla con el mundo. Además, para tomarla como un simple batido es muy rica y muy saludable.




La avena es una gramínea increíblemente completa y muy interesante de incluir en nuestra alimentación. A mí me encanta usarla en galletas, muesli, o unas simples gachas para desayunar. Es rica en proteínas, grasas insaturadas (las buenas), acido linoleico y vitaminas y minerales. Hidratos de carbono de fácil absorción (mucha energía útil), sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc y cobre. Vitaminas B1, B2, B3, B6 y E. Como véis un pedazo de combo. También tiene mucha fibra si la tomáis en copos, en esta receta la fibra se queda fuera, sorry. Tiene un poco de gluten así que no es apta para celíacos pero si para intolerantes a la lactosa, o alérgicos a la leche. Wikipedia dixit.

La cuestión es que llevo tiempo dándole vueltas a la idea de dejar la leche. No es mi intención convencer a nadie ni entrar en debates, pero lo cierto es que opino que la leche en si no es algo especialmente saludable. Me parece que tomar leche es algo como un poco autoimpuesto. No es una necesidad natural, el calcio se encuentra en multitud de alimentos en muchisima mayor cantidad. Dejando aparte que tiene muchísimas calorías y grasas animales. Ultimamente miro las calorías de todo y resulta que un vaso de leche entera tiene más o menos las mismas calorías que un paquete de palomitas de estas que parecen risis grande. Y además es que no me sienta especialmente bien. Así que llevo tiempo intentando dejarla. Dificil, porque me fascinan el queso y la mantequilla. Y el café. Que así de buenas a primeras uno piensa que la leche es muy fácil sustituirla pero nada de eso. Aunque no seas fan de la leche, la tomas indirectamente en muchas cosas. Y quien más o quien menos se toma de vez en cuando una taza de leche con cereales, con colacao, con miel...y sustituir, ya no la leche de vaca, sustituir esos rituales es dificil. Por ejemplo, si eres fan del café con leche, qué le echas al café para que no sea tan negraco? Dificil, dificil, todo un reto personal. Había probado las tipicas leche comerciales, arroz, soja, avellanas, y la que más me gustaba de todas era la de avena. Cuando la tomas sola parece un batidito suave o una horchata. Cuando se la pones al café le da un toque muy bueno. Y anoche me la tomé con miel y parecía que estaba tomando leche normal, porque sabía a miel y la textura era identica a la de la leche entera.

¿Cuál es el problema de estas leches comerciales? Que son CARAS. Pero caras de narices. El último tetrabrik que compré me costó 2,49 euros y fue el más barato que encontré con diferencia. Así que estaba un poco atascada hasta que Inés me dijo que era muy fácil hacerla en casa. Y ahí estuve investigando hasta que ayer me animé y la hice. Y estoy ENCANTADA con el resultado. Sale baratísima y está deliciosa. En serio, aunque no queráis dejar la leche deberíais probarla.

 Ingredientes.

- Una taza de copos de avena.
- Tres tazas de agua mineral.
- Una pizca de sal.
- Dos cucharadas de azúcar (yo usé azúcar moreno)
- Dos cucharaditas de extracto de vainilla (opcional)

El procedimiento es bien sencillo. Ponemos los copos de avena a remojar en el agua durante aproximadamente una hora. Pasado este tiempo lo ponemos en el vaso de la batidora americana (supongo que con una batidora de inmersión también saldrá) y trituramos. Una vez triturado solo queda filtrar los trocitos de avena. Yo lo hice primero con un colador muy fino, pero quedaron pizquitos. Así que lo volví a filtrar con un trapo limpito y finito. Una vez filtrado todo, añadís la sal (para potencias el sabor de la avena), el azúcar (también podéis dejarlo sin azúcar y echaros la que queráis al servir) y el extracto de vainilla y mezclais bien. Y ya está, lista para tomar. ¿Fácil, o qué?

Bueno, falta un paso que yo hice pero es opcional. Todavía estoy investigando las cantidades, y la textura deseada puede ser un poco al gusto de cada uno. Si os queda demasiado aguada (a mí me pasó, pero es que empecé con muy poca avena ) solo tenéis que añadirle más y repetir el proceso. Si os queda demasiado espesa (a mí me pasó, porque al ir a corregir me pasé), pues al final le añadís un poquito de agua y ya está. Es muy fácil de corregir. De hecho es mejor que os quede espesa que si queda aguada que no estaba nada buena. Yo la dejé como si fuera leche entera.



A ver si os animáis, que está chupada y es muy sana.
PD: Con los restos de avena que quedan tras filtrar parece ser que pueden hacerse patés vegetales, o inculso hamburguesas. Yo voy a intentar hacer esto último, total, no hay nada que perder!






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