jueves, 24 de mayo de 2012

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Summer Ice Tea

En el horno gracias a Pétalo a las 12:55
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Hola cocinerillos, lo que os traigo hoy probablemente no pueda ser llamado ni siquiera receta, pero es algo que hago todos los veranos y me produce tantas satisfacciones que no puedo hacer otra cosa que compartirlo.

Recuerdo que cuando me leí los puentes de madison allá por el pleistoceno, imaginar a Francesca sentada en aquel porche de Iowa, descalza, con los mosquitos comiendosela y aquella jarra de té helado me parecía una imagen maravillosa. Y he de reconocer que la he evocado muchas veces mientras yo misma saboreaba un vaso de té helado, en pleno verano, sentada en la terraza de mi apartamento con un libro en las manos. Os lo aseguro, el té helado es el complemento perfecto para esas tardes. Levantarte de la siesta, preparartelo y saborearlo, sintiendo como refresca hasta la última de tus células, como levanta el ánimo y ese rato es solo tuyo.

Pues eso, que después de leer el libro me inventé como se hacía. Aclaro esto de que "me lo inventé", porque yo imagino que no tiene más ciencia que lo que yo hago, pero igual resulta que no, que es una receta mucho más elaborada y yo me la he pasado por el forro. Todo puede ser. En cualquier caso, así está riquisimo. Pasemos a la acción:

Ingredientes:
- Agua mineral.
- Bolsitas de té.
- Limones.
- Azúcar.

Lo primero que haremos es preparar el té. La cosa es prepararlo unas cuantas horas antes de tomaroslo, no pretendáis prepararlo sobre la marcha a no ser que tengais nitrogeno líquido o viváis en Siberia. En este último caso no veo por qué ibais a querer beber té helado. En fin, ponemos aguita a calentar, como es bastante lo haremos en un cazo. La cosa es preparar cantidad para que cuando te apetezca te puedas servir un vaso. Yo suelo utilizar una botella de cristal como medida, esta vez he usado una de vino, aunque en mi opinión las ideales son las de zumo lambda, esas grandotas con el cuello ancho, como digo, ideales. Así que yo lo primero que hago es echar el agua en la botella y de la botella al cazo, así hago la medida de té perfecta.



Cuando ya esté caliente (no hace falta que llegue a hervir), apago la cocina, meto las bolsitas de té y tapo el cazo con un plato. Y lo dejamos que se enfrie del todo. En cuanto a qué té utilizar, pues yo he usado de todo, la verdad. Té rojo, té verde, menta poleo...la verdad es que acepta casi cualquier cosa. Esta vez he usado el té verde con menta de mercadona que la verdad es que va genial por la menta, :). Una vez frio, escurrimos y tiramos las bolsitas, y pasamos el té a la botella. Tapamos la boca de la botella (mejor si tiene tapón pero esta no tenía y usé un trozo de papel de plata) y la metemos en la nevera.

Ya tenemos nuestro té. Pero si lo tomáis así os sabrá a rayos. O a agua sucia. La gracia está en lo que viene ahora. En un platito ponemos dos cucharadas de azúcar. Personalmente para esto la prefiero morena, pero la blanca también se puede usar sin problemas. Incluso, para una versión light se puede usar sacarina. De hecho yo la mayoría de las veces uso sacarina y queda perfectamente bien. Y entonces no engorda absolutamente nada (si no le ponéis azúcar en el borde, que os veo venir) Puedo pedirte algo más, ice tea?



Cortamos el limón a la mitad, y lo frotamos por el borde del vaso. Entonces cogemos el vaso y lo ponemos boca abajo sobre el azúcar del platito. A qué queda súper ideal? Si esto lo preparáis una noche en la que vengan vuestros amigos a casa triunfáis fijo. Lo sé por experiencia.






En fin, volvemos a poner el vaso boca arriba y echamos dentro el azúcar que teníamos en el platito y si queremos añadir más porque os gusta muy dulce pues eso a gusto ya del consumidor. Exprimimos el medio limón dentro del vaso y removemos bien, que se disuelva el azúcar en la medida de lo posible, cuidadito con los bordes azúcarados. Nunca lo he hecho con zumo de naranja o alguna otra cosa, pero seguro que también queda bien, es cuestión de probar. Entonces añadimos el hielo, la cantidad que queráis, a mí me gusta bien cargadito. Ya si tuviera picadora de hielo ibáis a ver como quedaba de espectacular la cosa.

Y ya lo único que nos queda es añadir el té. Llenamos el vaso, removemos con cuidadito con una cuchara y nos buscamos un lugar tranquilito donde disfrutar cual hedonistas cualificados. Enjoy!



Aunque no haya Robert Kincaid con el que compartirlo...

4 Comentarios


Me falta la terracita para disfrutarlo como debe ser, pero tomo nota!


Que buena pinta!!!
Lo haré cuando se me termine el megabote de nestea instantáneo que tengo en casa... menudo descubrimiento para engordar...es pura azúcar pero esta riquísimo.

es como un nescafe o colacao pero de nestea... ayyss! el tuyo , cien veces mas sano.


Qué pinta de "mucha calidad de vida" tiene la cosa.


Por cierto, a ver si os paso la receta de los makis de morcilla... tome Usted fusión de civilizaciones.

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