Bollo de canela (Pull-apart cinnamon bread)
Y el otoño, a mí, me sabe a canela.
Esas líneas en la masa tienen que ser pecado. Seguro. |
Anyhoo... Si alguien quiere, esta receta se puede hacer perfectamente en forma de rollos, pero me encanta el formato en láminas, que separas con los dedos, con la capa de caramelo y canela aún templada...
Está buenísimo. Y no lo digo a la ligera.
Lo he puesto en la etiqueta de dificultad difícil porque lleva levadura de la de verdad. Porque exige tiempo y os recomiendo tostar la mantequilla (lo que es fantástico pero se puede quemar fácilmente). Si nunca habéis hecho una masa levada, es mejor empezar con una pizza, por ejemplo. Pero esto no es intrínsecamente difícil. Vamos, que no es un hojaldre o una masa de croissants. Si lo vais a intentar y no tenéis mucha confianza, me podéis avisar (ahí a la derecha hay un mail y soy fácilmente localizable en túiter) y supongo que podríamos organizar un consultorio virtual live.
Ingredientes para el bollo:
- 390g de harina (no de repostería; mejor de fuerza pero no es imprescindible) + harina para espolvorear y amasar
- 50g de azúcar
- 2 cucharaditas de levadura de panadería instantánea (no Royal)
- 1/2 cucharadita de sal
- 60 g de mantequilla
- 80g de leche (yo uso semidesnatada que es la que bebo; sería mejor entera, claro)
- 60g de agua
- 2 huevos
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 200g de azúcar
- 60g de mantequilla
- Canela en polvo
- Fundimos la mantequilla con la leche. Añadimos la vainilla y el agua y dejamos templar 5 minutos.
- En un bol grande mezclamos la harina, la levadura, el azúcar y la sal y hacemos un "volcán".
- Vertemos esta mezcla de leche y mantequilla en el volcán de harina y lo incorporamos con una cuchara de madera.
- Añadimos los dos huevos batidos. Es una masa muy pegajosa. Pero no le añadáis más harina (yo le añadí más, pero está ya incluída en los ingredientes).
- Aceitamos un bol limpio y con las manos bien engrasadas, damos forma de bola a la masa. No os entretengáis demasiado, de momento no se trata de amasar. Y cuánto más la toquéis, más se os pegará, con lo que más harina querréis echarle. No. Craso error. Esta masa no es masa de pizza.
- Tapad el bol con film plástico y dejar subir en un sitio templado hasta que haya duplicado su volumen [2]. Como yo no tenía prisa, la metí en la nevera durante unas cuatro horas (pero puede estar toda la noche sin problemas) [3].
Preparación (fase 2 - el relleno con mantequilla tostada; sin fotos, sorry):
- En un bol, mezclamos el azúcar con la canela.
- Ponemos la mantequilla en un cazo limpio, seco y de paredes altas a fuego medio.
- Cuando está a medio derretir, bajamos el fuego. Podríais parar aquí y usar mantequilla fundida, pero queda mejor si la tostamos.
- Pasados unos minutos empezará a chisporrotear (se está separando la parte de agua que tiene la mantequilla). Es normal. Dadle tiempo. Poco a poco la casa empezará a oler como a nueces tostadas. Hay que estar pendiente del cazo para que no se queme.
- Poco a poco empezará a tomar un color ambarino, momento en que hay que retirar del fuego y pasar a un cacharro limpio (el calor residual acabará de tostarla).
- Lo normal es que tengáis unos restos sólidos en el fondo y una mantequilla clarificada y tostada, mucho más aromática, en la parte de arriba. Podéis filtrarla, pero no hace falta.
- Dejamos templar.
- Ya que estamos, engrasamos el molde que vayamos a usar (tipo plum-cake para el bollo en láminas, cualquier bandeja o molde bajito para los rollos). ¡Pero no con la mantequilla tostada!
- Cuando la masa haya doblado su volumen, precalentamos el horno a 175ºC y enharinamos ligeramente la superficie de trabajo.
- Volcamos la masa y la amasamos unos 5 minutos, añadiendo la harina justa para que no se pegue (y no más).
- Dejamos reposar 5 minutos tapada (esto evita que luego tengamos que pelear con una masa elástica que no se deja estirar y tiende a volver a su forma original).
- Con un rodillo (en su defecto, vale una botella de vino vacía y limpia), estiramos la masa hasta formar un rectángulo de unos 50cm x 30cm (con el lado largo hacia nosotros). Conviene ir dando la vuelta a la masa (de abajo a arriba) para que no se pegue, enharinando por debajo y por encima (con mucha moderación)
- Extendemos la mantequilla (que estará semi-sólida) sobre toda la superficie, hasta los bordes.
- Espolvoreamos la mezcla de azúcar con canela por encima.
Ahora podemos hacer los tradicionales rollos o hacer el bollo chachi en laminitas.
Para hacer los rollos:
- Enrollamos desde el lado opuesto a nosotros (que debe ser largo) formando una espiral bien prieta.
- Pellizcamos la masa al llegar al extremo para sellar .
- Cortamos en lonchas de unos 2.5 cm, colocamos en una bandeja engrasada (sin apretarlos demasiado entre sí).
- Tapamos con film engrasado y los dejamos levar hasta que dupliquen su volumen.
- Horneamos unos 20 minutos, hasta que estén dorados.
- Se pueden glasear con el glaseado de la tarta de zanahoria o un glaseado de azúcar glass (con zumo de naranja, por ejemplo).
- Cortamos la masa en tiras en paralelo a los lados cortos del rectángulo. La receta original decía cortar en seis tiras, pero yo hice ocho.
- Apilamos las tiras una sobre otra, con el azúcar siempre por encima. Parte del azúcar se os caerá al moverlas, es normal. Lo recogéis y lo espolvoreáis por encima.
- Cuando estén todas apiladas, cortamos en sentido opuesto para hacer rectangulitos (yo lo corté en cinco).
- Colocamos estas pilas de masa y azúcar en el molde, colocadas de canto (es decir, con el azúcar hacia uno de los extremos del plum-cake).
- Tapamos con film engrasado y los dejamos levar hasta que duplique su volumen.
- Horneamos unos 35-40 minutos (no hagáis como yo y controlad la ansiedad, que no conviene que se quede crudo). Si se tuesta demasiado para vuestro gusto, tapad con papel de aluminio.
- Ojo, el azúcar se va a caramelizar y el posible que rebase el molde (a mí me pasó). Así que, cuando lo metáis en el horno, conviene ponerle un poco de papel de aluminio debajo, que sobresalga del borde del molde, para evitar tener que limpiar azúcar quemado de la parte de abajo del horno.
Base caramelizada |
¿Veis el caramelo en el borde? Sí, se salió. |
El paraíso en tu boca |
Actualizo para dejaros la prueba de que, definitivamente, esta masa queda genial también en forma de espirales. Y sí, he tardado un año en volver a hacerlo. Y no por falta de ganas, os lo aseguro.