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Baklavas
El baklava es un dulce árabe de origen un poco controvertido. Según la wikipedia se cree que su origen se remonta a la antigua mesopotamia, osea, la hostia de antiguo. Yo lo he comido tanto en restaurantes griegos como libaneses y estoy segura de que puede encontrarse en muchos otros.
El tema, la verdadera cuestión que aquí nos ocupa, es que están QUE TE MUERES DE BUENOS. Si tuviera que ponerlos en un ranking creo que sin cortarme un pelo lo situaría entre mis tres favoritos del mundo mundial. De verdad, son de esas cosas que te hacen poner los ojos en blanco a cada bocado y suplicas que por favor no se te acabe el microtrozo que te acabas de poner porque son bastante contundentes y tienes que dejarle a los demás...y por dentro lloras porque lo que quieres es comerte toda la bandeja así te vaya la vida en ello. ¿Os he transmitido lo delicioso que es? Pues son aún más deliciosos que eso.
Vamos a ello. Os pido disculpas porque no saqué fotos de proceso porque soy un desastre y me acordé de que quería sacar fotos cuando ya lo tenía en el horno. Sep. Lerdis. Así que solo tengo del resultado final, pero no os preocupeis que hasta un mono podría hacerlos. Lo más dificil de todo es encontrar la pasta filo. Yo la compré en alcampo. Y sé que también están en el corte inglés.
Ingredientes:
- Un paquete de pasta filo (18-20 láminas)
- Mantequilla sin sal (yo usé como medio paquete de 250 gr)
- Un paquete de nueces.
- Un paquete de pistachos. (Creo que tanto las nueces como los pistachos eran paquetes de 200 gr y los puse enteros)
- Azúcar.
- Canela.
- Miel.
- Agua.
- Un trozo de cáscara de naranja.
- Un trozo de cáscara de limón.
Como hacerlos:
- Lo primero que vamos a hacer es el relleno. Para ello pelamos los pistachos (yo no los conseguí pelados pero si los encontráis, pues eso que nos ahorramos) y los ponemos en una picadora o, como yo hice, en la batidora americana. El problema de hacerlo en la batidora americana es que queda todo bastante molido, pero a mi no me importa porque los sabores quedan muy bien repartidos, pero si preferís trocitos más grandes, a la picadora. Añadimos las nueces, un par de cucharaditas de canela (un poco al gusto), dos cucharadas de azúcar, y picamos. Reservamos.
- Ponemos la mantequilla en un cuenco y la derretimos, por ejemplo en el microondas.
- Precalentamos el horno a 180 ºC.
- Ahora vamos a montar los baklavas. Cogemos un molde rectangular o cuadrado, si es grande mejor, si no es muy grande podemos cortar la pasta filo de manera que cuadre, o dejar que sobresalga por los lados, como hice yo, que queda bastante bonito. Yo le puse papel de horno en el fondo del molde para poderlo desmoldar facilmente luego. Sobre el papel de horno ponemos la primera hoja de pasta filo, y con un pincel, la pintamos con la mantequilla derretida. Bien por todos lados. Ponemos la segunda hoja encima de la primera, y también la pintamos. Ponemos la tercera, pintamos. Así hasta que hayamos puesto la mitad del paquete, unas 10 hojas. Pintamos esta última hoja y ponemos el 90% del relleno de frutos secos que habíamos reservado. El otro 10% lo reservamos para adornar. Ahora ponemos una nueva hoja de pasta filo encima del relleno y presionamos un poco. Pintamos con mantequilla. Terminamos de poner todas las hojas pintando sobre cada una de ellas. Al final pintamos la última capa y espolvoreamos con el resto de frutos secos. Con un cuchillo bien afilado, cortamos el baklava crudo en porciones, ya que la pasta filo queda súper crujiente al salir del horno, y si no lo cortamos antes, lo vamos a destrozar después. Además por las líneas de corte entrará el almíbar y penetrará hasta todos los rincones matándonos de amor. Metemos en el horno durante apróximadamente media hora. Si se nos dora demasiado rápido podemos bajarle la temperatura a 150ºC para que termine de hacerse bien por dentro. Cuando esté bien dorado por todos lados, lo podemos sacar.
- Mientras el baklava está en el horno, preparamos en almíbar. En un cazo ponemos la misma cantidad de miel que de agua mineral, yo puse como un 3/4 de vaso de nocilla de cada. Añadimos la cáscara de limón y naranja, removemos y dejamos que hierva todo durante unos diez minutos. Seximente. Apartamos del fuego. En la red hay almíbares mucho más elaborados, con agua de azahar, y otros ingredientes, pero este es el que hace Arzak, y a mí me parece que para lo sencillo que es es lo suficientemente deliciosisimo. Y la prota es la miel, que es lo que me parece que hace de este dulce algo increíble.
- Cuando hemos sacado nuestro baklava del horno vertemos por encima el almíbar y lo guardamos en la nevera. Como mejor está es de un día para otro, pero supongo que con unas horas ya estará bastante delicioso.
- El último paso es como siempre orgasmear, o presumir, si es que lo habéis llevado a alguna fiesta.
El tema, la verdadera cuestión que aquí nos ocupa, es que están QUE TE MUERES DE BUENOS. Si tuviera que ponerlos en un ranking creo que sin cortarme un pelo lo situaría entre mis tres favoritos del mundo mundial. De verdad, son de esas cosas que te hacen poner los ojos en blanco a cada bocado y suplicas que por favor no se te acabe el microtrozo que te acabas de poner porque son bastante contundentes y tienes que dejarle a los demás...y por dentro lloras porque lo que quieres es comerte toda la bandeja así te vaya la vida en ello. ¿Os he transmitido lo delicioso que es? Pues son aún más deliciosos que eso.
Vamos a ello. Os pido disculpas porque no saqué fotos de proceso porque soy un desastre y me acordé de que quería sacar fotos cuando ya lo tenía en el horno. Sep. Lerdis. Así que solo tengo del resultado final, pero no os preocupeis que hasta un mono podría hacerlos. Lo más dificil de todo es encontrar la pasta filo. Yo la compré en alcampo. Y sé que también están en el corte inglés.
Ingredientes:
- Un paquete de pasta filo (18-20 láminas)
- Mantequilla sin sal (yo usé como medio paquete de 250 gr)
- Un paquete de nueces.
- Un paquete de pistachos. (Creo que tanto las nueces como los pistachos eran paquetes de 200 gr y los puse enteros)
- Azúcar.
- Canela.
- Miel.
- Agua.
- Un trozo de cáscara de naranja.
- Un trozo de cáscara de limón.
Como hacerlos:
- Lo primero que vamos a hacer es el relleno. Para ello pelamos los pistachos (yo no los conseguí pelados pero si los encontráis, pues eso que nos ahorramos) y los ponemos en una picadora o, como yo hice, en la batidora americana. El problema de hacerlo en la batidora americana es que queda todo bastante molido, pero a mi no me importa porque los sabores quedan muy bien repartidos, pero si preferís trocitos más grandes, a la picadora. Añadimos las nueces, un par de cucharaditas de canela (un poco al gusto), dos cucharadas de azúcar, y picamos. Reservamos.
- Ponemos la mantequilla en un cuenco y la derretimos, por ejemplo en el microondas.
- Precalentamos el horno a 180 ºC.
- Ahora vamos a montar los baklavas. Cogemos un molde rectangular o cuadrado, si es grande mejor, si no es muy grande podemos cortar la pasta filo de manera que cuadre, o dejar que sobresalga por los lados, como hice yo, que queda bastante bonito. Yo le puse papel de horno en el fondo del molde para poderlo desmoldar facilmente luego. Sobre el papel de horno ponemos la primera hoja de pasta filo, y con un pincel, la pintamos con la mantequilla derretida. Bien por todos lados. Ponemos la segunda hoja encima de la primera, y también la pintamos. Ponemos la tercera, pintamos. Así hasta que hayamos puesto la mitad del paquete, unas 10 hojas. Pintamos esta última hoja y ponemos el 90% del relleno de frutos secos que habíamos reservado. El otro 10% lo reservamos para adornar. Ahora ponemos una nueva hoja de pasta filo encima del relleno y presionamos un poco. Pintamos con mantequilla. Terminamos de poner todas las hojas pintando sobre cada una de ellas. Al final pintamos la última capa y espolvoreamos con el resto de frutos secos. Con un cuchillo bien afilado, cortamos el baklava crudo en porciones, ya que la pasta filo queda súper crujiente al salir del horno, y si no lo cortamos antes, lo vamos a destrozar después. Además por las líneas de corte entrará el almíbar y penetrará hasta todos los rincones matándonos de amor. Metemos en el horno durante apróximadamente media hora. Si se nos dora demasiado rápido podemos bajarle la temperatura a 150ºC para que termine de hacerse bien por dentro. Cuando esté bien dorado por todos lados, lo podemos sacar.
- Mientras el baklava está en el horno, preparamos en almíbar. En un cazo ponemos la misma cantidad de miel que de agua mineral, yo puse como un 3/4 de vaso de nocilla de cada. Añadimos la cáscara de limón y naranja, removemos y dejamos que hierva todo durante unos diez minutos. Seximente. Apartamos del fuego. En la red hay almíbares mucho más elaborados, con agua de azahar, y otros ingredientes, pero este es el que hace Arzak, y a mí me parece que para lo sencillo que es es lo suficientemente deliciosisimo. Y la prota es la miel, que es lo que me parece que hace de este dulce algo increíble.
- Cuando hemos sacado nuestro baklava del horno vertemos por encima el almíbar y lo guardamos en la nevera. Como mejor está es de un día para otro, pero supongo que con unas horas ya estará bastante delicioso.
- El último paso es como siempre orgasmear, o presumir, si es que lo habéis llevado a alguna fiesta.