Muffins de fresa y ricotta
Etiquetas: dificultad LERS, dulces, fresas, muffins, ricotta, vegetariano, yogur
Estos muffins los hago todas las primaveras, en cuanto el fresón empieza a estar razonable de precio porque siempre salen buenísimos y, para mí, concentran la felicidad primaveral en un formato compacto (y razonablemente sano). Son unos muffins súper tiernos y ligeros, jugosos y con el sabor reconcentrado de las fresas al haberlas cocinado. Son de mis favoritos, la verdad.
Sé que congelan estupendamente (porque lo he hecho) y, aunque normalmente no los envío por correo por lo tiernísimos que son (y porque me fío poco de las fresas), ésta vez he probado. Y aquí estoy comiéndome las uñas pensando si llegarán bien o no. [1] Cuando tenga noticias del destinatario, avisaré oportunamente de si son aptos o no para el envío. En cualquier caso, si los hacéis, os aviso de que es difícil resistirse al olor. Y no me sorprendería nada de que os comierais dos o tres aún templados del horno.
El libro del que saqué la receta [2], aparte de ponerles más azúcar, sugiere servirlos con una crema inglesa. Pero ni os molestéis, la verdad. No merece la pena. Mucho mejor desayunarlos un día de esos que empiezan torcidos, quizás de camino al curro. Así, hasta los lunes empiezan mejor.
- 260g de harina
- 2 cucharaditas de levadura
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 200g de fresón picado en trozos pequeños (no diminutos, no sé, en torno 1cm o 1.5cm)
- 160g de azúcar (más algo de azúcar adicional para espolvorear)
- 250g de ricotta (la receta original sugiere yogur y también salen genial)
- 1 huevo
- 100ml de aceite de sabor neutro (yo suelo usar de oliva suave o de girasol)
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 cucharada de vinagre (yo recomiendo de manzana mejor que de jerez) [3]
- Precalentamos el horno a 180ºC. Preparamos un molde con pocitos de papel y/o lo engrasamos ligeramente.
- En un bol, mezclamos todos los ingredientes secos (harina, levadura, sal y bicarbonato) y las fresas. [4]
- En otro bol, batimos el resto de ingredientes hasta homogeneizar.
- Incorporamos los ingredientes secos a los húmedos con una espátula y sin batir. Como siempre digo, mejor que queden algunos rastros de harina que no pasarnos batiendo.
- Repartimos en los moldes, espolvoreamos un poquito de azúcar encima de cada uno y horneamos 20-25 minutos (hasta que estén dorados y al pincharlos con un palillo, éste salga limpio).
- Dejamos templar [5] y desmoldamos.
Pues nada, eso es todo por hoy. Pero no he acabado ni de lejos con las recetas pendientes.
[1] Los de limón también viajaron, pero de esos me fío más, la verdad. Al no tener nada húmedo expuesto (salvo la lemon curd, que es una conserva), no creo que corran el riesgo de llegar con "pelito". Con las fresas, nunca se sabe, igual me juegan una mala pasada.
[2] Libro hortera donde los haya, pero las recetas son muy decentes en general.
[3] El vinagre nos interesa sobre todo si usamos ricotta, para que reaccione con el bicarbonato. Con el yogur, hace menos falta (que ya es ácido), pero tampoco está de más y no se nota en el sabor.
[4] Al mezclar las fresas con la harina, evitamos que se nos vayan al fondo del todo durante el horneado.
[5] En este caso, lo de dejarlos enfriar es porque las fresas básicamente se funden en el horneado y, si no esperamos, podemos aplastar los muffins un poco. Tampoco os vais a morir por esperar un poco, ¿no? Y sí, sé cómo huelen, no hace falta que vengáis a contármelo. Si no vais a esperar, que sepáis que con helado de vainilla o con nata montada (de la de verdad, no la de spray) están de morirse. Pero, como ya os he dicho, no les hace falta ningún adorno.