En una de las panaderías que abrieron hace unos meses en mi barrio (en el último año han abierto 3 panaderías-pastelerías, estoy que no quepo en mis vaqueros de gozo), de vez en cuando hacen talleres relacionados con la gastronomía. Hasta el momento he ido a uno sobre pan, he asistido a unos minutos de otro sobre cafés y, el primero al que acudí, uno más sobre bocadillos gourmet. El chef que nos enseñó estas maravillas trabaja en un restaurante de mi barrio al que mis padres han ido y dicen que se come de lujo (por lo bueno y por el precio) y si hace platos como estos, no me extraña. Así que les dejo con la receta de mi favorito, aprovechando que aún es febrero, el mes del salmón.

Ingredientes:

- Un buen pan (en este caso era de espelta, que es un tipo de trigo)
- Salmón ahumado
- Mostaza (a la antigua o Dijon, la que más os guste)
- Azúcar moscovada (o morena si no encontráis la otra)
- Eneldo
- Aguacates (2 pequeños o 1 de buen tamaño)
- Cebolla roja

Preparación:

Comenzamos preparando, al baño maría, una salsa espesa poniendo en un recipiente la misma cantidad de azúcar que de mostaza, calculad unas 2 cucharadas de cada cosa por persona. Removed con mimo, intentando que el azúcar derrita un poco y no quede con la textura granulada. Una vez lo hayáis conseguido podéis añadir eneldo al gusto, en mi caso me gusta bastante así que le añadí unas 2 cucharaditas.

Consejo: Si el eneldo que uséis es fresco, debéis añadirlo justo antes de poner la salsa y esta no puede conservarse de un día a otro. Si lo añadís seco podéis hacer la salsa con antelación y templarla un poco en el microondas.

En otro recipiente sacaréis la carne de los aguacates maduros y la espachurraréis con un tenedor. Añadís un cuarto de cebolla roja picada muy finamente y sal y pimienta al gusto. Esta sí que es una salsa que, como no tengáis recipientes al vacío, no hay forma de conservar, así que hacedla justo antes para que el aguacate no ennegrezca.

El bocadillo se forma con una base de la salsa de aguacate, una capa de salmón ahumado, la salsa de mostaza azucarada y, por encima, una capa más de la de aguacate.


Una variación es hacer "tapas" sobre el pan (que podéis tostar) con fondo la salsa de aguacate, unas hojas de lechuga iceberg lavadas en agua con hielo (para que quede crujiente), el salmón ahumado, la salsa de mostaza azucarada y una rodaja de limón para decorar.

Un bizcocho fácil y rico riquísimo. No hay excusa para no hacerlo si viene alguien a merendar (o si te apetece un capricho ;) )

Ingredientes:

• 3 huevos
• 1 sobre de levadura
• 1 yogur
• 3 medidas de yogur (el vasito) de harina
• 2 medidas de yogur de azúcar
• 1 medida de yogur de aceite de oliva
• ralladura de un limón

Preparación:

1. precalentar el horno a 175ºC 
2. mezclar todos los ingredientes en un cuenco y batir bien
3. engrasar y enharinar un molde y verter sobre él la mezcla de antes
4. meter al horno alrededor de una hora, vigilando con el palito. Si se dora mucho por arriba, tapar con papel de plata
5. dejar enfriar y desmoldar

El resultado es un bizcocho bien jugoso, que acompaña fenomenal a un vaso de leche fría.

Ingredientes:

• algas nori
• arroz
• vinagre arroz
• salmón fresco
• aguacate
• pepino
• palitos de mar
• mayonesa

Se le puede echar más ingredientes o sustituirlos, el queso fresco o el rábano no son malas opciones. A mí me gusta que haya al menos dos variedades: una con pescado crudo y otra "sin pescado" es decir, con palitos de cangrejo o similares. Me gusta también que tenga un toque crujiente, que se consigue con el pepino, el rábano, corazón de piña o bambú entre otros. Y la mayonesa se supone que es solo para el estilo "california" pero yo se lo echo a todos porque está muy rico. El pescado también puede sustituirse, por atún sobre todo.
Existe una trampa, perfecta para lers, o gente cómoda, que consiste en ir a Carrefour y comprar un pack de sushi de Blue Dragon como el que se ve en la segunda foto, en el que va la cantidad de arroz perfecta en dos bolsas individuales, por si quieres hacerlo dos días distintos. Incluye además el vinagre de arroz, el wasabi, las algas y el mantel de bambú para enrollar el sushi.

Preparación

• Ponemos el arroz a hervir en agua salada durante 18-20 minutos
• Lavamos el arroz en abundante agua fría y escurrimos. Reservamos en un bol, añadimos el vinagre de arroz y mezclamos.
• Mientras el arroz enfría, cortamos en tiras los ingredientes: pepino, aguacate, salmón y
  palitos de cangrejo en este caso.
• Preparamos un alga sobre el mantel
  de bambú, humedecemos los dedos para extender el arroz sobre el alga, dejando un margen al final, para que cierre bien.
• Ponemos una capa de mayonesa, y los ingredientes dispuestos longitudinalmente, como en la foto.
• Enrollamos con la ayuda del mantel de bambú, y cerramos dando unos toquitos con el dedo húmedo para que se pegue alga con alga. Yo le doy una vueltas más con el mantelillo de bambú para igualar y apretar.
• Reservamos los rollos para que enfríen más.
• Cuando vayamos a servirlo se parten con un cuchillo afilado (sin sierra), en porciones de un dedo de grosor aproximadamente.

A comer:

• En un recipiente muy pequeño se junta salsa de soja y un poco de wasabi al gusto. Cogemos el sushi y lo mojamos en la mezcla, al gusto también.
• Es un hecho comprobado científicamente que saben mejor si se cogen con palillos.
• Otro hecho comprobado, pero esta vez por mí, es que nunca da tiempo a hacerle foto buena, por eso, perdón por esta última de calidad Blackberry.

Tenemos nueva receta invitada y la autora es alguien muy especial para mí: se trata de mi prima Mermarga, de la que creí durante años que era la hermana secreta de mi hermano mayor del tiempo que pasaban juntos.
No solo la chavala es inteligente y simpática, es que encima cocina muy bien, le encanta salir de restaurantes más que a un tonto un lápiz y era capaz de volver de marcha y bajar las horas haciéndose una tortilla española. Y yo que solo me dignaba a calentarme un vasito de arroz precocinado...

Al mismo tiempo creo que puedo declarar como inaugurado febrero como el mes del salmón, aunque no ha sido para nada intencionado.

Ingredientes (para 4 personas):

- 3 rodajas de salmón
- 1 bolsa espinacas
- 1 bolsita de zanahoria rallada
- 1 huevo
- Sal y pimienta al gusto
- Aceite de oliva
- Pan rallado

Para la salsa de tomate:
- 1 pimiento verde
- 1/2 cebolla
- 2 dientes de ajo
- Aceite de oliva, sal, pimienta y un pellizco de azúcar

Preparación:
Lo primero que podemos hacer, para ir quitándonos trabajo, es la salsa de tomate. En mi caso hago un simple sofrito con pimiento, cebolla y ajo, y añado el contenido de una lata de tomate triturado junto con la sal, la pimienta y un poquito de azúcar; pero como esto no es una ciencia exacta y para gusto colores, cada uno que haga la salsa a su manera, con las especias que más le gusten.

Una vez que dejamos la salsa haciéndose en la olla exprés (que no se os olvide)podemos empezar con las hamburguesas.

En una cazuela con agua ponemos a hervir las rodajas de salmón durante unos 3-4 minutos.
Como luego lo freiremos no es necesario que se haga totalmente. Basta con que el exterior coja ese color rosa claro característico. Apartamos en un escurridor y dejamos que se enfríe un poco.

Mientras, en ese mismo agua hirviendo, ponemos primero las zanahorias y después la
espinacas el tiempo necesario para que queden blanditas.

Una vez que el pescado se ha enfriado y podemos manipularlo sin abrasarnos, desmenuzamos y ponemos en un bowl con cuidado de retirar la piel, grasa y todas las espinas. Salpimentamos.

Cuando la verdura ya esté blanda, la sacamos y escurrimos todo lo que podamos, presionando con un tenedor. Cuanto más jugo suelte más fácil será que no se nos deshagan las hamburguesas.

Mezclamos con el pescado y rectificamos de sal.

Para el paso final necesitamos un plato con pan rallado y otro con huevo batido. No tenemos más que ir cogiendo la cantidad de mezcla que queramos y apretar bien para librarnos del exceso de líquido. Yo prefiero hacer hamburguesas pequeñas, mucho más fáciles de manejar.

Pasamos por huevo (apretando para escurrir), por el pan rallado y ¡voila!, a la sartén con el aceite bien caliente. Freímos hasta que estén doradas por ambos lados y servimos con la salsa de tomate.









Nota de la bloggera titular: al tratarse de una receta con pescado fresco siempre es conveniente tenerlo al menos 3 días en el congelador para matar cualquier parásito o larva que pueda llevar. Aunque se guise y luego se fría, no sabemos si todo el pescado alcanzaría temperaturas adecuadas, es mejor prevenir.

El sábado pasado hice sushi (receta en breves) y me sobró salmón.
Iba yo dispuesta a preparar la quiche de Yamane, cuando por falta de nata me acordé de ésta receta de crumble mediterránea de Food&Cook.
Y la adapté un poco a lo que tenía.

Ingredientes:

• salmón
• tomatitos cherry
• especias: orégano, eneldo, hierbabuena
• queso roquefort
• harina
• queso rallado (parmesano o curado)
• mantequilla
• sal

Preparación:

• Cortar el salmón en cuadraditos pequeñitos. 
• Lavar los tomatitos
• Poner los tomates y el salmón en un recipiente para horno, que cuadre con el tamaño. No importa si queda más o menos elevado, tanto el salmón como el tomate se harán suficiente en el horno. 
• Añadir las especias, pero ojo con el eneldo que se come el sabor del resto.
• Mezclar un poco todo
• Añadir unos trocitos diminutos de roquefort. Yo no quería que se comiera el sabor, así que no he puesto más que unas pepitas en cada trozo, como se ve en la foto. 
• Poner el horno a precalentar a 190ª antes de empezar con el crumble.

• El crumble:

o   Mezclar harina, queso rallado o en polvo y un poco de sal. Las cantidades no las pongo porque depende de cuánto salmón y cuántos tomates, y sobretodo de cómo de grande sea el recipiente.

o   Añadir matequilla en pomada, (es decir, que no este fria, pero tampoco líquida) y mezclar con los dedos hasta que salgan gurriñitos parecidos a migas de pan.

o   Se pone por encima, y puedes desmigarlo un poco más cuando lo vas añadiendo al molde, como si espolvorearas queso rallado.

• Ahora solo queda hornearlo hasta que este bien doradito por arriba. Dorado tirando a marrón, que si no el crumble sale demasiado blando y lo que mola es que queda crujientito y le da un toque genial. Yo lo he tenido unos 20 minutos

¡Bon Profit!

Adoro las quiches. Son sencillas de hacer, rápidas de preparar, admiten todo tipo de ingredientes... se pueden hacer porque te apetecen, , porque estás vago, porque no sabes qué hacer y dices "a ver qué tengo en la nevera" y también para aprovechar sobras y cosas a punto de estropearse.

Hoy me tocaba cocinar y no sabía qué hacer ni tenía malditas las ganas. Y en cuanto he visto que tenía cuatro cosillas, he decidido que una quiche era lo mejor.

Se pueden hacer tanto con masa brisa como con hojaldre. Y hoy sólo tenía hojaldre en el congelador, así que ha tocado eso.

Ingredientes:

• salmón ahumado
• brécol
• 4 huevos
• 1 brick pequeño de nata (200 ml)
• 1 lámina de hojaldre congelada
• sal
• pimienta
• nuez moscada

Preparación:

1. sacar a descongelar la lámina de hojaldre.
2. precalentar el horno a 200ºC (en mi caso; si tenéis hornos decentes, probablemente sea suficiente con 180ºC).
3. poner el brécol en un cuenco y meter unos minutillos en el microondas a máxima potencia. No tengo cogido el tiempo según cantidades, voy probando hasta que está hecho a mi gusto, un pelín duro, no excesivamente cocido.
4. cortar el salmón en trocitos
5. cuando el brécol esté hecho, salar al gusto
6. batir los huevos en un bol, añadir el brick de nata y mezclar
7. echar pimienta, sal y nuez moscada al gusto (ojo con la sal, que el brécol ya lleva un poco y el salmón también tiene)

8. echar el salmón y el brécol sobre la nata y los huevos y mezclar bien
9. extender la lámina de hojaldre sobre un molde, con papel de horno para que no se pegue

10. verter la mezcla sobre el hojaldre y al horno
11. vais pinchando hasta que veáis que el palito sale limpio, suele ser una media hora, pero depende, como siempre, del horno y de lo alta que haya quedado la mezcla