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Etiqueta
Atención: Esta entrada no es una receta
Para el que ha cocinado y comparte:
- No impongas a nadie tus gustos.
- Ofrece, pero no fuerces. [1]
- Aségurate de saber las intolerancias alimentarias o alergias del destinatario.
- No esperes "¡ahs!" y "¡ohs!" [2]. No te sentirás mal si no los escuchas.
- Y recuerda: no lo haces para que te quieran; lo haces porque quieres y porque los quieres. [3]
Para el que recibe esas cositas ricas de comer:
- No seas un cabezota sin horizontes culinarios y pruébalo.
- No digas que algo te gusta si no es así. [4]
- Pero si te gusta, ¡no te calles! [5]
- Y si te ha gustado mucho y hay, ¡repite! No hay halago más sincero para un cocinero que ver que eso que ha estado preparando, desaparece volando.
- Y recuerda, amigo, lo que te estás zampando es un regalo de tiempo y cariño.
[1] Y no te quedes ahí mirando y poniendo ojitos esperando halagos. Es de muy mal gusto.
[2] Por mucho que tú quieras morrearte a ti mismo (Pétalo dixit) por la pedazo de obra de arte culinaria que has preparado con tus manitas.
[3] Y, al menos en mi caso, porque demostrarlo me resulta infinitamente más fácil que decirlo. Aunque sé que no siempre llega el mensaje.
[4] O seguramente te encontrarás en la misma situación muchas más veces.
[5] Ver la nota [4] sustituyendo "O" por "Y".