Galletas de avena con trozos de chocolate
Vayamos con la recetilla (modificada y reducida a la mitad de ésta) sin más preámbulos.
Ingredientes (para unas 24-30 galletas):
Copos de avena |
- 120g copos de avena tipo Quaker (de los que son finitos; quick cooking)
- 90g harina
- 115g mantequilla en pomada (yo la pesé la noche anterior y la dejé toda la noche fuera de la nevera)
- 110g azúcar moreno [1]
- 50g azúcar blanco
- 1 huevo
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1/2 cucharadita de sal
- 150g de chocolate negro
- Picamos el chocolate a cuchillo en trozos más o menos gruesos. También se pueden usar las gotas de chocolate de Valor, pero a mí me gusta lo irregular de los trozos cortados a mano (y bueno, que son más grandes, claro).
- En un bol, mezclamos la harina con los copos de avena, la sal y el bicarbonato.
- En otro bol, echamos la mantequilla y los dos tipos de azúcar y batimos unos 3 minutos con las varillas eléctricas (hasta que esté muy cremoso).
Leed la nota [1] sobre los distintos tipos de azúcar moreno |
- Añadimos el huevo y la vainilla y batimos otro minuto más
- Con una espátula, incorporamos la mezcla de harina y avena y el chocolate picado.
- Reservamos en la nevera una hora (al menos) [2]
- Pasado ese tiempo, precalentamos el horno a 175ºC y forramos una fuente con papel de hornear.
- Hacemos bolitas de unos 2.5 cm de diámetro con la masa y las colocamos en la fuente, dejando espacio entre las galletas (a mí me han entrado 9 por bandeja).
- Horneamos por tantas, unos 12 minutos (las mías las he dejado 13), hasta que los bordes empiecen a dorarse.
- Dejar enfriar un minuto en la bandeja antes de pasarlas a una rejilla para que se enfríen completamente. [3]
- ¡¡A comer!!
[1] Sobre el azúcar moreno. El azúcar moreno que se vende en España (y en Francia), es un azúcar moreno que normalmente está suelto, con un aroma en el que se aprecian notas de caramelo. Pero hay otra variedad de azúcar moreno, más pegajoso y húmedo con notas de melaza (el típico en EE.UU.). En la foto de ahí arriba se ve la diferencia de color y de textura. Aunque endulzan igual y sirven igual, si son el azúcar primordial, cambiarán el sabor final de la receta. Así que, ojito, y escoged un azúcar moreno que os guste.
[2] Se puede dejar en la nevera hasta 48 horas, lo que hace que el resultado final sea algo mejor (los sabores son más redondos). Pero claro, os tendría que caber en la nevera (no es mi caso hoy) y exige fuerza de voluntad para no comerse la masa en crudo (cosa que yo no recomiendo pero hay mucha gente que lo hace).
[3] Cuando las galletas están totalmente frías, afortunadamente, parte del chocolate sigue medio fundido, como se puede apreciar en la última foto.
PS: De las 27 galletas, aquí sólo han quedado 3. Las otras van para Glorfo (que ganó una porra sobre a qué hora vendría el técnico de Orange) y unos amigos que me han hecho unas gestiones burocráticas para poder publicar mi tesis con la ULL (yo pensaba que escribir una tesis era complicado; lo complicado es la burocracia vogona).
Galletas listas para enviar. Las galletas están en bolsas y protegidas por bolitas de papel. |